miércoles, 4 de agosto de 2010

Enfrentando pruebas

Reflexiones:

-Cuáles son situaciones y preocupaciones que debo encomendar a Dios?
-A que área de mi vida debo renunciar a ser yo quien la controle, confiando que Dios es el alfarero?
-Cuando tengo pruebas, las enfrento con obediencia y fe en que Dios obra en ellas?
-Reconozco cuando una prueba es a causa de algún pecado y vuelvo a Dios?



Ante todo tipo de acontecimientos y pruebas que hoy enfrentemos es importante señalar que nuestras vidas siempre están y estarán en las manos de Dios y que estas situaciones y preocupaciones que vivimos hoy tenemos que encomendárselas necesariamente a él.

Muchas de las personas que acuden a mi para consejería, me comentan lo mal que lo están pasando, y dicen a la vez que no es por culpa de ellos, yo le llamo responsabilidad.

Entonces a los problemas matrimoniales, aflicciones económicas, adicciones, depresiones, o tantos otros casos que atiendo a diario, ellos ponen la responsabilidad fuera de su ámbito interior, y culpan a todo el mundo, y que el
mundo es el amenazante con ellos y que el mundo debe cambiar, o las personas que están alrededor de ellas son las que tienen que cambiar, en fin, dan un sinnúmero de justificaciones.

Yo creo -les digo- que es necesario asumirlo desde esta otra perspectiva;

Para que cambie el mundo primero tienen que cambiar las naciones, y para que cambien las naciones primero tiene que cambiar la sociedad, para que cambie la sociedad, primero tienen que cambiar las familias y para que cambien las familias primero tienes que cambiar TU, sí TU: CAMBIA TU Y CAMBIARA TU ENTORNO.

Ahora bien, cómo hacerlo? para que tu puedas cambiar primero debes cambiar tu manera de pensar y de ver el mundo, a las personas o cosas que te rodean. Si tu cambias la forma de ver las cosas entonces la forma de las cosas cambiaran, y para que este cambio sea profundo y verdadero,necesitamos que sea un cambio radical. Eso significa necesaria y únicamente encomendar a Dios nuestras vidas, situaciones y preocupaciones, renunciando a hacer lo que yo quiera y dejando que sea el Espíritu Santo el que tome control de mi vida. Acerquemosnos amorosa y humildemente a él y no nos alejemos de él.

Confiemos en el Señor porque él es el alfarero y porque nosotros somos las vasijas.

En este momento se me viene a la memoria una entrevista de televisión que le hicieron a la hija de un reconocido predicador estadounidense. A raíz del atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre. La periodista al preguntarle por este tremendo y fatídico acontecimiento dijo; Por que Dios permitió que esto ocurriera, a lo que ella respondió muy inteligentemente. Sin duda alguna Dios se entristeció mucho con todo esto que sucedió, sin embargo nosotros mismos le hemos pedido a él que se aleje de nosotros; de los gobiernos, de las empresas, de las escuelas, y de la familias. Y él siendo el caballero que es, se ha retirado humildemente del lado nuestro. Entonces, como ahora podemos esperar contar con su bendición cuando nosotros mismos le hemos pedido que se aleje de nuestras vidas?

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching